De chico, pasaban poco a San Lorenzo por la tele. Porque para tener ese privilegio, había que jugar la Libertadores. Y para eso había que salir campeón (no como ahora que la juega hasta Atlético de Tucumán). Y bueno... en esos tiempos ochentosos, a SL no le iba bien.
Llegó Futbol de Primera y te pasaban un resumen con lo mejor. Y llegó 1988 con la Liguilla que nos metió en la tele de la Libertadores por fin. Y también yo empecé a ir a la cancha seguido. Sin embargo, el fútbol que yo le veía jugar a San Lorenzo, nunca fue exquisito ni lindo. Era feo ver como el Newell's de Martino tocaba y tocaba y los tuyos nunca podían meter 3 pases limpios seguidos. Aún en el 6-0 que les clavamos en su cancha, SL no jugó un futbol total como el resultado indicaba.
Tuvieron que pasar 500 años para que eso ocurra.
2016 fue el año que vi a San Lorenzo jugar el mejor fútbol que le vi en toda mi vida. Tuvo jugadores que se los veía concentrados en algo que hoy por hoy pocos jugadores se decican: jugar al fútbol y ganar. Ninguno salió a hacer declaraciones pelotudas ni tribuneras. (Salvo alguna chicanita folklórica de Ortigoza, bueno, pero vos lo conocés).
Blandi, Blanco, Cauteruccio, Beluschi, Ortigoza, Torrico, Buffarini (mientras estuvo), El Pipi Romagnoli, el Pichi Mercier. Y de banco tenés al exquisito Cerutti, a Lavandina Berghesio, a Collochini.
Es un grupo de jugadores de perfil bajo y de un rendimiento altísimo. Es el tipo de jugadores que me gustaría ver en la Selección. Que no salen a decir pelotudeces como "Cuando no estemos, nos van a extrañar". Tipos que tienen un objetivo en comun: jugar bien y ganar.
San Lorenzo peleó todo lo que jugó. Hace rato que viene así. Desde que se salvó en la Promoción, fue protagonista siempre. Pasó Lanús, pasó Boca, pasó River, pasó Estudiantes. Y el cuervo siempre estuvo ahí. Y cuando no campeonó, quedó a tiro. Los tres últimos técnicos (Pizzi, Bauza, Guede) salieron campeones. Impresionante, no? Y Aguirre peleó todo y por ahora no se le dio. Pero San Lorenzo hizo unas DOCENAS de goles que son de esos que te muestran para explicarte como se juega al fútbol. Tocando, abriendo la cancha, para arriba, para abajo, por arriba, por abajo. Encontrando el hueco con paciencia, prolijamente, hasta que uno se desmarca y hace la diferencia para empujarla al dofón.
Goles hicieron todos. Peor Blandi fue el que más. El jugador que más la metió en el fútbol argentino en todo 2016 con 24 goles. De todos los colores. Y los demás no se quedaron atrás.
Títulos solo le quedó la Supercopa Argentina, con un aplastante y humillante 4-0 al Boca de Tevez y Orion, ni más ni menos. Uno de los que menos representan a lo que yo vengo destacando en este equipazo que tiene el Ciclón.
No me cabe duda que el trabajo institucional que Lammens y Tinelli están haciendo contribuyen ENORMEMENTE para que las condiciones esten dadas y San Lorenzo pueda hacer lo que hace. Quizás hasta sea más evidente de lo que parece, porque compraron jugadores sin tanto renombre y que rindieron con todo. Quizás sea que en el fútbol de hoy las compras son siempre transas para que algún otro gane plata y al final el rendimiento les importa un carajo. Imaginate que si dos o tres ganan un palo verde cada uno, qué carajo les importa si clasificaron o no para la Liberta? Los 0Km se compran con plata.
Pero en San Lorenzo se hicieron las cosas bien. Muy Bien. Tan bien que hasta nos dimos el lujo de volver a comprar la cancha para construirla una vez más! Inédito en el mundo. Ejemplo para muchos que hablan por hablar.
Yo estoy feliz de que todo esto haya coincidido con un 2016 que fue el mejor año de mi vida. Quizás no sea de casualidad. Andá a saber. Y el 2017 amenaza, ya lo dije, con ser todavía mejor, aunque cueste creer que se pueda superar un año así. Yo soy todo esperanzas.
Y vamos a ver si metemos una corona para esa alegría inmensa que nos dio San Lorenzo a todos los que amamos el fútbol espectáculo.
Amén.
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