Sebastián Abreu vino con la valija llena de Dólares a Beitar Jerusalem a jugarla de héroe. La promesa casi cumplida de jugar la Champions entrando por la puerta de la cocina teniendo 32 años era interessante. Encima el sorteo decía que si Beitar pasaba la ronda clasificatoria (un partido de ida y vuelta contra un equipo de nombre irrelevante de uno de esos países tipo Bosnia, que no saben nada de fútbol) iban a jugar con Barcelona. La chance de sacarse una foto con Ronaldinho ya se había esfumado, pero todavía estaba la de Messi y la de Puyol.
Algunos de mis amigos me decían "a ese puto no lo voy a alentar, o ya te olvidaste cómo gritó el gol -que al final le anularon- en contra nuestra en la copa, jugandop para River?" y la verdad es que sí, ya me había olvidado. Pero no soy rencoroso. Bah, la verdad es que me chupa un huevo. Me parecía gracioso cver cómo reaccionaría el Loco en una cancha de medio oriente frente a una centena de cuervos agitando un trapo azulgrana al grito de Loco, loco.
Pero me voy a tener que quedar con las ganas. Es que Beitar ganó 2-1 de local y fue tranquilo a jugar la revancha de visitante. Tan tranquilo fue que se comió 5 goles.
Volvieron eliminados y en Beitar la escoba que están preparando amenaza con barrer hasta el muro de los lamentos.
Abreu es el primer gasto al pedo que piensan recortar.
Así que todo lo lindo que pensaba hacer con esa plata, lo va a tener que renegociar y ver cómo sale parado de la rescinción del contrato.
Otra vez será Sebas...
