Y Bueno, no se dio.
Vamos a la previa (cosa que yo desconocía por no seguir el futbol europeo)
Real Madrid venía de ganar 21 partidos CONSECUTIVOS con un promedio de gol de casi 4 (cuatro!) goles por partido.
Su formación, para mí que no juno a nadie, era conocida de haber escuchado el 90% de los nombres en el mundial de Brazil 2014. Es casi un seleccionado del Resto del Mundo:
Iker Casillas; Sergio Ramos y Marcelo, Toni Kroos, James Rodríguez; Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y Gareth Bale.
San Lorenzo en cambio, después de ganar la Libertadores jugando aceitadamente y casi te diría que bien, dejando a 3 brasileros en el camino, se vino abajo y desmbuló por el campeonato local perdiendo partidos increíblemente fáciles en los papeles (y ganándole a Boca como siempre, claro). Los muchachos aflojaron después de tamaña gesta sudamericana.
En los papeles, en las apuestas, en el periodismo y creo que también en la cabeza de todos los jugadores cuervos, reconozcámoslo, la derrota era un hecho casi consumado sin jugar el partido. Pasa que esa cosa de sufrir azulgrana... y quién te dice, los colores del barsa por ahí le hacen mal a los merengues.
Dicho esto, San Lorenzo perdió. Y digo esto porque Lo perdió San Lorenzo más que lo ganó Real Madrid. Y lo digo con cierto orgullo.
Real Madrid ganó 2-0. Tardó 37 minutos en hacer el primer gol. No goleó, no se floreó, no lo pasó por encima a San Lorenzo, no lo cagó a pelotazos siquiera.
Sacando los goles, Casillas y Torrico sacaron la misma cantidad de pelotas francas al arco.
Mirando las estadísticas podés ver que San Lorenzo, sabiendose de antemano casi perdedor, tampoco se dedicó a pegar como intentó vender el periodismo en la previa.
Se perdió ese partido como se perdió con Racing(?)
Real Madrid es preciso en los pases. Esa es la única sensación que me quedó. No me maravilló. No brilló el salame de Cristiano (a quien vi en un partido por primera vez en mi vida, sacando los Mundiales). No vi nada que no haya visto antes. Y San Lorenzo al menos jugó mejor que el desastre de la Semifinal contra los neocelandeces del Auckland City.
Y pensar que hace dos años y medio nos salvamos del descenso en una promoción con Instituto.
En fin... como decía olé, para perder una final, tenés que llegar a jugarla. Este año me tocó jugar(?) tres finales: la del Mundial, la de la Libertadores y la del Mundial de Clubes. Balance positivo: no todos los años me tocan las tres finales más importantes del fútbol mundial.
Gracias San Lorenzo por un año de emociones como hace años no me dabas.
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