jueves, noviembre 16, 2017

Boca no es San Lorenzo

Tanto se han reído de San Lorenzo los demás equipos por haber estado sin cancha durante 10 años...
Triste que se rían de alguien que sufrió los vestigios de una dictadura con la que no se jodía y que olbigó a entregar el estadio de Avenida La Plata de San Lorenzo por migajas y lo dejó en la calle por sus sucios negociados. Es triste que hagan un chiste de algo tan nefasto.
Pero sabemos que San Lorenzo tiene orgullo grande y espaldas anchas. Y haciendo de local en todas las canchas argentinas, no solo las llenamos todas, en muchos casos más que los propios locales, sino que tuvimos el tupé de construir otra cancha más. Listo. Terminado el chiste.
Pero no. Somos más grandes que eso y volvimos a comprar, los hinchas, y no ningún gobierno (cof cof, Velez, River, Racing cof cof) el predio de Av La Plata y vamos a volver a Boedo. Vamos a construir nuestra tercer cancha. Y va a ser la más linda por lejos de todo el país. Acordate.

Mientras tanto, en otro punto de la ciudad, hay una cancha que dicen que late, que dicen que se mueve. En otros casos uno llamaría al Colegio de Ingenieros porque seguramente la construcción es deficiente. Sin embargo en este caso hicieron uso de la frase "it's not a bug, it's a feature". Y construyeron de eso un mito.
Lo cierto es que, aunque la mona se vista de seda, mona queda.
Miralo como lo quieras mirar: la Bombonera es una cancha que se contruyó bajo las restricciones del terreno que tenían disponible. Y sí... porque si lo ve bien, a esa cancha no le faltan los codos, como decían del Nuevo Gasómetro. A esa cancha le falta un lado entero. Tiene esos balconcitos con capacidad para 40 personas(?) que no pega ni con cola. Como si se hubiesen quedado sin plata en medio de la construcción.
A mí, cada vez que la veo, me hace acordar a las canchas de Israel, que tienen una tirbuna sin construir.
Los bosteros pueden armar el discurso que quieran, pero lo cierto, una vez más, es que hace décadas que se sigue debatiendo cómo carajo hacer para remodelar lo que a la legua se nota como una cancha deforme.
Y claro, los hijos aprenden de los padres y ahora salen con que quieren comprar (oh casualidad) las manzanas que están atrás de la tribuna esa que les falta, para ver si de una vez por todas, pueden terminar la cancha.
Esas casas... bueno... no quiero juzgar a nadie, pero... otra sería la historia si River tuviese que comprar los caserones de los alrededores de Nuñez, ¿no? O sea... los comprás con lo que te quedó de comisión de la venta de Tevez(?)
Bueno, les deseo buena suerte a nuestros hijitos. Tienen más libertadores que nosotros, pero en canchas todavía tienen que tomar la sopa, porque la cancha... la hace la gente.


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