Cuando uno era chico estaba acostumbrado que si había un partido que el técnico quería ganar, promediando el segundo tiempo, ponía a calentar al "16", que era fija un delantero. Sacaba un mediocampista y a meter.
Ese 16 en general era un suplente fijo que sabía que en esos momentos se jugaba la vida. Era el momento para aprovecharlo y mostrar lo que sabía o pódía hacer.
En mi caso, en la época en que iba a ver a San Lorenzo, en cancha de Atlanta por ejemplo, salía el grito "Crespín, movete". Y el grandote entraba a correr. Los espectadores abríamos los ojos con espertanzas porque veíamos que el técnico estaba dispuesto a arriesgar. Otros cuidan el empate.
En un mundial, hay muchos partidos (salvo el primero, ponele) en los que si no ganás o empatás, te vas a casa. Y ese delantero neto, con furia en los botines, tiene que estar en el banco para sacarlo como as de la manga cuando haga falta.
El vendehumo de Sanpaoli en la lista lleva a Agüero, Higuaín, Messi y Dybala.
Lo único que espero es que en la fase de grupos, cuando haya que ganar, lo haga calentar a Dybala, lo saque al muerto de Higuaín, o Agüero, y Dybala la meta. Y de ahí, los muertos esos queden para siempre en el banco y no vuelvean nunca más a la selección. Hay gente que es mufa, que no tiene la vibra para ser campeón con la selección. Jugadores que al saber que no los quieren, no pueden dejar la vida por gente que los discute. Los casos que se han sobrepuesto a eso son tan contados como insólitos.
Alguien debería verlo.
Suerte Dybala. Sos la esperanza de que algo cambie. Pronto.
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