Argentina 0 - Alemania 1 (La Final)

Empecemos diciendo que estoy feliz de haber llegado a la final. Hoy, el día después, me vine a trabajar con la camiseta de la selección y la frente bien alta. Argentina jugó una digna final que pudo haber ganado si los supuestos delanteros fantásticos no hubiesen fallados los tiros que todos los fines de semana suelen embocar. Voy a tirar lo que para mí fue el resumen de lo destacable en la selección La defensa era supuestamente nuestro punto débil, fue lo más sólido. Romero, quien ni siquiera es titular en su equipo hoy en día, fue un arquerazo que nos salvó. Y encima ahora es el récord de minutos con valla en cero de la selección en los mundiales. Lavezzi, que era fija para ir al banco y cuestionado por haber ocupado el lugar de Tevez, fue, en mi opínión el mejor delantero. Puso huevos, corrió, eludió (como casi nadie!) y en la final tuvo un primer tiempo fantástico, que si no se hubiese quedado sin piernas o no lo hubiesen sacado, andá a saber. Me gusta que en esta selección se haya llegado hasta donde ningún otro pudo. Me gusta que haya sido con una generación renovada, sin ningún Zanetti ni Cambiasso ni Riquelme ni ninguno de esos mufas del orto que no ganaron una mierda. Hubo jugadores con hambre, que es lo que vengo diciendo hace siglos que tenemos que poner. En el 78 eran todos así, y en el 86 casi todos. Acá, salvo las estrellitas (de quien me ocuparé luego) tuvimos a Rojo, Garay, Zavaleta, Enzo Perez, Romero, Mascherano, Lavezzi. Tipos que dejan el alma en la cancha. Con algunos más como ellos quizás hubiésemos ganado. El ataque, con los millonarios jóvenes y los 4 fantásticos y todo el autobombo, fallaron. Todos. Higuaín, Palacio, Agüero, Messi, y en menor medida Di María, que al menos corrió y puso ganas. Delanteros que nunca fallan en sus equipos, pifiaron como novatos. No estuvieron a la altura. Argentina ganó metiendo MUY POCOS GOLES. Argentina siempre pierde en los últimos minutos. Todos los goles de Alemania en las TRES FINALES fueron después del minuto 80. Eso marca una falta de concentración que en los europeos es siempre virtud. NUNCA bajan los brazos. Nosotros sí. Messi, ya no deja nada que agregar. Lo vengo diciendo hace dos mundiales. Creo que ya no queda nadie que pueda compararlo con el Diego. Un jugador que se precie, que sea el lider futbolístico, la estrella para el cual armaron esta selección, no puede darse el lujo de caminar así la cancha y de tocar la pelota 4 veces en una final. Simplemente, no puede ser. Messi tiene problemas anímicos que se solucionan en el diván. Pero ya es tarde. El próximo mundial ya va a pisar los 31 años. No se si va a valer la pena. Haber llegado a la final me puso feliz. Todos los ojos, especialmente los de los brasucas, puestos en nosotros y no en nadie más. Llegamos hasta el final. Hasta el partido que sirve. Y llegamos bien. Nadie puede reclamarnos nada (como lo hicieron en el 90 que jugamos horrible). Si no salimos campeones es porque no tenía que ser. Yo, sinceramente, me sentí satisfecho antes de empezar la final. Que me hayan regalado ese domingo de preparativos con los grossitos, esos nervios, esos pochoclos comidos con furia y que se terminaron incluso antes de empezar el partido, todo eso ya me alcanzó. Que los grossitos se acuerden de esta final (y se la van a acordar), garpó. El próximo mundial, no se si me voy a enganchar. Cada vez pega menos. Hoy no estoy ni triste. Será que maduré(?) A lo mejor si Angelito Correa es el delantero de punta me engancho. Veremos. Faltan 4 años y los horarios de Rusia me caen para el orto, en el medio del día de laburo. Si los grossitos se prenden, a lo mejor yo también. O mirá si Israel juega la zona de Oceanía y termina clasificando por una vez al mundial, je. Cuatro años es mucho tiempo, pero se pasa "así". Felicitaciones al plantel. Regalaron momentos de felicidad. Y sabemos que hoy, ser feliz, no es poca cosa.