domingo, diciembre 11, 2022

Qatar 2022: Argentina 2(4) - Holanda 2(3)

 Llegamos al final. Eso decía mi viejo. No nos volvemos antes y eso ya es un objetivo importante. Pasamos a Holanda y me chupa un huevo que ellos pidan que los llamen "Países Bajos". Aunque justamente ahora me gustaría llamarlos Bajos. 

Fue un partido caliente. Ellos pegaron y a nosotros nos ponían amarillas. Fue de locos. Un réferi a lo Castrilli del cual se quejó sin carpa el más maradoniano de los messi que supimos conseguir.

El partido lo jugó Argentina. Holanda fue a no perder, si se podía. Como Polonia. Eso me puso tranquilo porque me gusta que mi equipo vaya a buscar el partido. Se los veía con ganas aunque no con mucha claridad. Me faltó un poco de Messi encarando, pero cuando la tocó, hizo magia y nos pusimos 1-0.

Yo sabía que no alcanzaba y pedí uno más. Y vino. Menos mal. Porque de sufrir, sabemos mucho. Después del 2-0 de penal de Messi (¡qué bien lo pateó!) nos desinflamos un poco y Holanda, como era de esperar, se mandó a empatarlo. 

Los cambios ésta vez, no ayudaron. Yo sentí que eran gente descansada que entraba a dar aire, pero el esquema no se volvía a restituir. Especialmente con la entendible salida de De Paul. Terminamos siendo 11 jugadores desparramados. Y ahí llegó el empate. Quizás por eso mismo.

Les confieso algo: yo no sufrí tanto. Durante todo el partido (a partir del primer gol), sentí que pasábamos. No tenía dudas. Cuando se pusieron 2-2 y fuimos al alargue, no me dije "uy, qué pva a pasar ahora?" sino "uh, hay que esperar media hora más para relajarse". No sé por qué estaba tan confiado. Incluso en los penales. Sabía que pasábamos y no lo sufrí. Bueno... sí sé por qué. Porque por una vez en la vida y desde hace muchísimos mundiales (desde 1986 exactamente), siento que la selección va para adelante. Que ponen todo. Que se preocupan dentro y fuera de la cancha por el fútbol y nada más. Nada de gorritas ni nada de pelotudeces. Y se nota en la cancha. Y lo disfruté.

Lo grité todo. Y al haber tantos "goles" (los penales) me quedé sin voz totalmente. Y lo mejor de todo, lo que miré 400 veces en video y no me canso, es el "qué mirá' bobo, andá pa' llá" de Messi al salame holandés en el vestuario. Messi nos está dando todos los lujos. Gracias por eso.

Se viene la semifinal. Partido grosso. Inevitable pensar en el mundial pasado que nos dieron un pesto de aquellos y las ganas de la revancha que, una vez más: supimos conseguir.




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